El machismo mimetizado.

PUEDES HUIR DE ÉL, PERO TE ALCANZARÁ...
Huye del machismo, niégalo para vivir idílicamente, sigue con miedo a aceptar que existe; la realidad es que está totalmente infiltrado en nuestro mundo, en nuestra sociedad y dentro de la mayoría de nosotros mismos. 

El machismo tiene las capacidades de una enfermedad contagiosa que no se reconoce hasta la propia muerte. Sin embargo hasta después de la propia muerte se puede pasar desapercibido, y se le puede atribuir a otra afección ser la causa de muerte. 

Hasta que no vemos en las noticias un informe de una violación colectiva, de un caso de feminicidio; no aceptamos que el machismo está tan arraigado en nuestra sociedad que a veces es imposible de contrarrestarlo. Aunque haya una parte de la sociedad que se alerta al ver estas atrocidades y que acepta que la raíz de todos esos sucesos es el machismo; hay que decir que la otra parte de la sociedad intenta negar por completo que esta "serie de eventos desafortunados" tengan la misma causa y todos provengan del mismo árbol de injusticia: el machismo.

Mientras la sociedad que ha despertado ya y ha aceptado que los casos de violencia contra la mujer, las violaciones y demás vulneraciones al género femenino  no son casos aislados, está en la búsqueda de una salida a esta cueva oscura y profunda en la que nos encontramos; la otra parte está utilizando la táctica del mimetismo. ¿Cómo él se humano ha podido aplicar esta práctica milenaria de la naturaleza a un ente tan antinatural como el machismo?

Solo el ser humano podría haber sido capaz de tan desgraciado hecho. Solo la mente hipnotizada  de las personas más ignorantes y fáciles de manipular y convencer podrían ser víctimas de éste mimetismo del machismo. Solo basta con que una figura influyente salga a los medios a negar la existencia del "machismo de la violencia", para que las masas se movilicen a favor de esta doctrina absurda.

El problema también radica en la falta de honestidad del ser humano consigo mismo; la falta de autoreconocimiento y de introspección tanto colectivamente como individualmente. Agitados y aturdidos por nuestro desarrollo tan repentino e inmediato, por el mundo caótico que no nos deja reflexionar un segundo y que sigue plenamente la popular frase "El que piensa, pierde"; vivimos en un planeta diseñado para alejarnos de la búsqueda de la raíz de todos los problemas.

Para nosotroses más fácil reconocer que existen homicidios de mujeres, pero que el feminicidio como tal no existe porque los hombres también matan a hombres; cómo dice el artículo. Es mucho más fácil otorgarle el carácter de sucesos aislados a las vulneraciones que las mujeres podamos sufrir; que aceptar que existe todo un sistema de la violencia y el machismo. ¿Por qué? Simplemente porque supone menos esfuerzo económico, menos esfuerzo moral, y en general no nos "quita tiempo y recursos" que se podrían destinar a la protección del capitalismo, por ejemplo. En el momento en el que todas las capas de la sociedad  acepten esta sistematicidad,el ser humano deberá replantearse mejoras en el sistema judicial y penal, reformas constitucionales y lo más difícil de todo: reformas ideológicas en el interior de cada individuo.



Mientras tanto ¿podemos combatir y neutralizar al machismo? Por completo no, pero podemos instaurar el principio del fin del régimen machista alegando por los derechos de los mujer; aceptando que hemos sido víctimas pero también reconociendo que eso no nos hace más débiles, dialogando con personas y hacer un paulatino cambio de mentalidad en el género masculino. No todo está perdido, pero no debemos caer en la tentación del machismo mimetizado.

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